miércoles, 28 de septiembre de 2016

LA DIFICULTAD EN VIVIR: ESCUELA Y PORVENIR







Francoise Dolto

"  Desde el comienzo de mi práctica médica, estando en conocimiento, por mi formación analítica, de la dinámica del inconsciente y de su eje edipico, puse atención en el rol de la escolaridad obligatoria, perturbación o sostén, según la dinámica que promueva o bloquee en un ser humano en curso de crecimiento;  no por el solo hecho de los métodos pedagógicos, sino por el hecho de la forma personal de reacción ante la situación escolar, de acuerdo a como la vive.    
   Lejos está de mí la idea de que en la escuela, aun la más tradicional en sus principios, sea nefasta en todos los casos.  Pero dada la existencia de instituciones que codifican normas estadísticas y eliminan alumnos de acuerdo a sus notas escolares o a un comportamiento molesto para los demás es muy difícil, por no decir imposible, que esos niños a los que la sociedad estigmatiza como inadaptados conserven la confianza en medio de la familia infantil; sobre todo, es difícil para los padres hacer que sus hijos tengan fe en el porvenir.  
   Se instala en la familia un conjunto de reacciones de angustias secundarias al fracaso social que representa la mala calificación escolar, y por contragolpe, se instala también en la cohesión narcisista del sujeto y en su estructuración edipica.  
   En ese sentido, cuando el profesional se ocupa del tratamiento de niños, no puede dejar de deplorar que el clima de toda la escuela no sea favorable, desde el punto de vista social, a la valoración de los más desheredados, accidentales o genéticos, tanto como de los más dotados. 
   Sin segregación ni discriminación, esta realidad invalida aún más a quienes, excluidos del lenguaje comunicador y creativo tienen más necesidad de ser sostenidos y auxiliados por el conjunto de los seres adaptados.  
  La forma de escolarización,  centrada sobre un nivel homogéneo de inteligencia actualizable y un ritmo común de productividad me parece una "aberración" pedagógica.  
    En efecto, este sistema escolar es el que alimenta tanta neurosis en potencia en los niños que han llegado a la edad escolar obligatoria y que vivian en forma sana, con su ritmo, en su célula familiar, antes que sus boletines escolares se transformaran en el único criterio de valor.  "

 del libro: "La dificultad de vivir"  capitulo: La escuela digestiva.   

  
 Francoise Dolto; médica pediatra y psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia. Entre sus textos destacan: "Psicoanálisis y pediatría", "El caso Dominique", "Sexualidad femenina", "La imagen inconsciente del cuerpo", "La causa de los niños", "La causa de los adolescentes", etc

Fotografia:  Robert Doisneau





Campo vincular es un equipo de profesionales de diversas corrientes
y disciplinas para la salud, "vinculados" por una misma mirada de empatía,
 compasión y respeto en el vinculo con el paciente.
Consultorios psicológicos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Presencial  virtual (skye - Escrito-terapia).
Niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.
Orientación vocacional. Consolidación profesional.
Acompañantes Terapéuticos.
Cursos, Talleres, Actividades recreativas.

Contactanos a campo.vincular.salud@gmail.com
Teléfono:
3964.4062



viernes, 23 de septiembre de 2016

El comportamiento adictivo. El síntoma de nuestros días



La gran tragedia de la sociedad occidental contemporánea es tal vez el hecho de que hayamos perdido la habilidad de experimentar el poder transformador del éxtasis y del gozo. Esta pérdida afecta todos los aspectos de nuestras vidas. Buscamos el éxtasis por todas partes, y es posible que, por un momento, pensemos que lo hemos encontrado. Pero, a  un nivel muy profundo, permanecemos insatisfechos.

Nuestra sociedad materialista nos enseña que la única realidad es la que podemos asir, y que la única cosa de valor es “aquello que podemos ingresar en el banco”. Nuestros espíritus necesitan tanto alimento como siempre. Pero, tras haber excluido de nuestras vidas la experiencia interna del éxtasis divino, sólo podemos buscar su equivalente físico. Y por mucho que busquemos, o por muchas experiencias extáticas inferiores que acumulemos, ansiamos más.

Esta ansia nos ha llevado al síntoma más característico de nuestro tiempo: el comportamiento adictivo. De modo que muchas de nuestras vidas están afectadas por la adicción (si  no la nuestra, la de un pariente,  la de un amigo, la de una celebridad) ¿Reconoce algunos de estos tipos? Los prósperos empresarios jóvenes que creen que necesitan cocaína para tener aire de competencia; las supermadres que no pueden pasar un día sin un tranquilizante; los acosados gerentes de empresa que necesitan dos o tres copas cada noche después de trabajar para relajarse; los jóvenes que prueban las drogas callejeras porque ya están tocados por la falta de sentimientos en nuestra sociedad; los universitarios que asisten a fiestas para emborracharse o “colocarse”; los peligrosos conductores adictos a la emoción de la velocidad; los negociantes enterados que realizan transacciones ilegales en la bolsa porque son adictos al “colocón” de ganar dinero; los solteros perpetuos que pasan de un amante a otro, adictos al primer destello de amor romántico.

La adicción es la cara negativa de la búsqueda espiritual. Buscamos una exultación del espíritu; pero en lugar de satisfacción encontramos una emoción física efímera que nunca puede satisfacer el vacío crónico y persistente que nos acosa.

Para llenar dicho vacío, necesitamos reconectar con la capacidad de éxtasis que esta inactiva dentro de nosotros.

Fragmento del libro Éxtasis, Psicología del gozo
Robert A. Johnson
Editorial kairos 1991, pag 11 y 12

Sobre el Autor
Robert A. Johnson (Portland, Oregón, Estados Unidos, 1921) es un destacado conferenciante y analista junguiano estadounidense autor de numerosas obras


Campo vincular es un equipo de profesionales de diversas corrientes
y disciplinas para la salud, "vinculados" por una misma mirada de empatía,
 compasión y respeto en el vinculo con el paciente.
Consultorios psicológicos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Presencial  virtual (skye - Escrito-terapia).
Niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.
Orientación vocacional. Consolidación profesional.
Acompañantes Terapéuticos.
Cursos, Talleres, Actividades recreativas.

Contactanos a campo.vincular.salud@gmail.com
Teléfono:
3964.4062

martes, 20 de septiembre de 2016

FLUIR. PERTENECER A ALGO MAS GRANDE...







"El amor al destino"  (fragmento)
  * Mihály Csíkszentmihály



Nos guste o no, nuestra vida dejará una huella en el universo. El nacimiento de cada persona crea ondas que se expanden en el entorno social: los padres, los hermanos, los parientes y los amigos se ven afectados por ellas y, a medida que nos desarrollamos, . nuestras acciones dejan tras de sí una infinidad de consecuencias, algunas deliberadas, pero la mayoría de ellas no conscientes.
  Nuestras decisiones como consumidores producen minúsculas diferencias en la economía, las decisiones políticas afectan el futuro de la comunidad y cada acto, por insignificante que parezca, modifica ligeramente la calidad total del bienestar humano. Las personas cuya vida es autotélica contribuyen a reducir la entropía de quienes entran en contacto con ellas; quienes dedican toda su energía psíquica a competir por los recursos y a agrandar su propio ego aumentan la suma total de entropía.
  No se puede llevar una vida verdaderamente óptima sin sentir que se pertenece a algo más grande y más permanente que uno mismo. Ésta es la conclusión común a todas las diferentes religiones que han dado sentido a la vida de las personas a lo largo de prolongados períodos de la historia de la humanidad. Actualmente, embriagados todavía por los grandes avances producidos por la ciencia y la tecnología, corremos el riesgo de olvidar esta visión profunda. 
   En Estados Unidos y en otros países tecnológicamente avanzados, el individualismo y el materialismo han prevalecido casi totalmente sobre la lealtad a la comunidad y a los valores espirituales.
   De hecho, son muchos los signos de advertencia de que nos hemos quedado demasiado prendados de nosotros mismos. Un buen ejemplo de ello es la incapacidad de muchas personas para comprometerse; esto ha hecho que la mitad de la población urbana de los países desarrollados pase su vida sola y que sea tan elevada la proporción de matrimonios que se disuelven. Otra consecuencia ha sido la decepción creciente que, encuesta tras encuesta, manifiesta la población respecto de la mayoría de las instituciones en que confiábamos y de quienes las dirigen.
   Parece que cada vez metemos más la cabeza bajo el ala cuando oímos malas noticias y nos retiramos a comunidades protegidas con rejas y con guardias de seguridad armados. Pero es imposible realizar una buena vida personal con sólo mantenerse a distancia de una sociedad corrupta, como sabían muy bien Sócrates y los que han vivido bajo recientes dictaduras. Todo sería mucho más fácil si sólo fuéramos responsables de nosotros mismos.    Desafortunadamente las cosas no funcionan así. Un ingrediente imprescindible para tener una vida satisfactoria es asumir una responsabilidad activa respecto del resto de la humanidad y del mundo del que formamos parte.
  Sin embargo, el desafío real consiste en reducir la entropía del  propio entorno sin aumentarla en nuestra conciencia. El budismo tiene muy buenos consejos sobre cómo puede llevarse esto a cabo: «Actúa siempre como si el futuro del universo dependiese de lo que tú hagas, y al mismo tiempo ríete de ti mismo por pensar que cualquier cosa que hagas significa algo». Es esta actitud seria y juguetona al mismo tiempo, esta combinación de preocupación y humildad, la que posibilita estar comprometido y mantener simultáneamente una actitud desapegada. 

  Con esta actitud uno no necesita ganar para sentirse satisfecho; contribuir al mantenimiento del orden del universo se convierte en su propia recompensa, más allá de los resultados que se obtengan. Entonces es posible encontrar la alegría incluso cuando luchamos por una buena causa en una batalla perdida de antemano.

del libro: "Aprender a Fluir"


 * Mihály Csíkszentmihály.    profesor de psicología en la Universidad de Claremont  y jefe del departamento de psicología en la Universidad de Chicago y del departamento de sociología y antropología en la Universidad Lake Forest.   Creador de la teoria del Flujo y autor del libro "Fluir" entre otros. 

     Fotografia:      Mugie Heri Wardana. 






Campo vincular es un equipo de profesionales de diversas corrientes
y disciplinas para la salud, "vinculados" por una misma mirada de empatía,
 compasión y respeto en el vinculo con el paciente.
Consultorios psicológicos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Presencial  virtual (skye - Escrito-terapia).
Niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.
Orientación vocacional. Consolidación profesional.
Acompañantes Terapéuticos.
Cursos, Talleres, Actividades recreativas.

Contactanos a campo.vincular.salud@gmail.com
Teléfono:
3964.4062

martes, 13 de septiembre de 2016

* EL CUERPO TIENE SUS RAZONES *








    *  Thêrêse  Bertherat.

  En este momento, en el lugar preciso en que ud. se encuentra, hay una casa que lleva su nombre. 
  Ud. Es su único propietario, pero hace mucho tiempo que ha perdido las llaves. Por eso permanece fuera y no conoce más que la fachada. No vive en ella. 
  Esa casa, albergue de sus recuerdos más olvidados, más rechazados, es su cuerpo. 
  “Si las paredes oyesen…” En la casa que es su cuerpo, sí oyen. Las paredes que lo han oído todo y no han olvidado nada son sus músculos. 
  En el envaramiento, en las crispaciones, en la debilidad y en los dolores de los músculos de la espalda, del cuello, de las piernas, de los brazos, y también en los de la cara y en los del sexo, se revela toda su historia, desde el nacimiento hasta el día de hoy. 
  Sin siquiera darse cuenta, desde el primer mes de vida reaccionó a las presiones familiares, sociales, morales.   “Ponte así, o asá. No toques eso. No te toques. Pórtate bien. ¡Pero, vamos, muévete! Date prisa. ¿A dónde vas tan de prisa…?”  
  Confundido, se plegaba a todo como podía. Para conformarse, tuvo que deformarse. Su verdadero cuerpo, naturalmente armonioso, dinámico, alegre, se vio sustituido por un cuerpo extraño al que acepta mal, que en el fondo de sí rechaza.  “Es la vida –dice-. ¡Qué le vamos a hacer!” Pues yo le digo que sí, que se puede hacer algo y que sólo ud. puede hacerlo. 
  Aún no es demasiado tarde para librarse de las programación del pasado, para hacerse cargo del propio cuerpo, para descubrir posibilidades todavía insospechadas.  
  Existir significa nacer continuamente. Pero, ¿cuántos hay que se dejan morir un poco cada día, integrándose tan bien a las estructuras de la vida contemporánea que pierden su vida al perderse de vista a sí mismos? 
  Dejamos a los médicos, psiquiatras, a los arquitectos, a los políticos, patrones, esposos, amantes, a nuestros hijos el cuidado de nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra seguridad, nuestros placeres.   Confiamos la responsabilidad de nuestra vida, de nuestro cuerpo a los otros, a veces a personas que no reclaman esa responsabilidad, que les abruma, y con frecuencia a quienes forman parte de instituciones cuyo primer objetivo consiste en tranquilizarnos y, en consecuencia, reprimirnos. (Y cuántas personas de toda edad existen cuyo cuerpo pertenece todavía a sus padres? Hijos sumisos, esperan en vano a lo largo de su vida el permiso para vivirla. Menores psicológicamente, se prohíben incluso del espectáculo de la vida de los demás, lo que no les impide convertirse en sus censores más estrictos.) 
  Al renunciar a la autonomía, abdicamos de nuestra soberanía individual. Pertenecemos así a los poderes, a los seres que nos han recuperado. Reivindicamos tanto la libertad precisamente porque nos sentimos esclavos; y los más lúcidos nos reconocemos como esclavos-complices. 
  ¿Y cómo podría ocurrir de otro modo puesto que ni siquiera somos dueños de nuestra primera casa, la casa de nuestro cuerpo?...



* Thérèse Bertherat,   Fisioterapeuta, creadora de la anti-gimnasia y la "pedagogia corporal.  Autora de "El cuerpo tiene sus razones"  y "La guarida del tigre"  

    Fotografia:  Ruth Bernhard    







Campo vincular es un equipo de profesionales de diversas corrientes
y disciplinas para la salud, "vinculados" por una misma mirada de empatía,
 compasión y respeto en el vinculo con el paciente.
Consultorios psicológicos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Presencial  virtual (skye - Escrito-terapia).
Niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.
Orientación vocacional. Consolidación profesional.
Acompañantes Terapéuticos.
Cursos, Talleres, Actividades recreativas.
Contactanos a campo.vincular.salud@gmail.com
Teléfono:
3964.4062

martes, 6 de septiembre de 2016

“CONTACTO CON EL MUNDO... ¿CONTACTO CON NOSOTROS?"








"VIVIR CON PLENITUD LAS CRISIS" (parrafo)
   de Jon Kabat-Zinn *

En el pasado, las actividades humanas se adaptaban mucho más al ritmo de los ciclos de la naturaleza. Nuestros antepasados no se desplazaban tanto ni viajaban tan lejos. La mayoría moría en el mismo lugar donde había nacido, y todo el mundo conocía a todo el mundo. El día y la noche dictaban los diferentes ritmos vitales. Eran muchos los trabajos que no podían ser llevados a cabo por la noche por falta de luz. Sentarse por la noche alrededor del hogar, única fuente de luz y de calor, proporcionaba a la gente la oportunidad de relajarse. Tenía un efecto calmante además de calorífico. Contemplando las llamas y las ascuas, la mente podía concentrarse en el fuego disfrutando de ese momento, noche tras noche, mes tras mes, año tras año, a lo largo de todas las estaciones, y el tiempo se detenía en el fuego. Quizás el rito de sentarse alrededor de una hoguera haya sido la primera experiencia de meditación que tuvo la humanidad.

En el pasado, la vida de nuestros antepasados estaba regida por los ciclos de la naturaleza. El agricultor solo podía arar una determinada cantidad de tierra al día a mano o con un buey. Una persona solo podía recorrer una determinada distancia andando o a caballo. La gente estaba en contacto con los animales y con las necesidades de estos, y los animales eran los que imponían los límites del tiempo. Si el caballo era realmente valioso para su dueño, este sabía que no podía obligarle a recorrer largas distancias.

Hoy en día, vivimos alejados de los ritmos de la naturaleza. La electricidad nos ha proporcionado luz en la oscuridad, lo que ha generado una distinción mucho menos clara entre el día y la noche, y podemos trabajar después de ponerse el sol si estamos obligados a ello, o si queremos hacerlo. Nunca tenemos que ir más lentos por falta de luz. También contamos con automóviles y tractores, teléfonos y aviones a reacción, radios y televisores, maquinas fotocopiadoras y ordenadores personales y fax. 
Todos estos aparatos han hecho el mundo más pequeño y reducido de forma exorbitante el tiempo que nos lleva hacer las cosas, encontrarlas, comunicarnos, ir a algún lugar o acabar un trabajo. Los ordenadores han aumentado hasta tal punto nuestra capacidad de trabajo que, aunque por un lado sean liberadores, por otro, nos vemos sometidos a más presiones que nunca para realizar un trabajo de forma más rápida. 
Las expectativas propias y de los demás aumentan al tiempo que la tecnología nos proporciona el poder de hacer las cosas más deprisa. En lugar de sentarnos por la noche alrededor del fuego en busca de luz y de calor y para mirar algo, ahora podemos abrir y cerrar interruptores y seguir haciendo lo que tentamos que hacer. Después, también podemos mirar la televisión y creer que nos relajamos y que ralentizamos nuestro ritmo, pero la verdad es que viendo la tele nos sometemos a lo que podríamos llamar un "bombardeo sensorial".

Y en el futuro, con los teléfonos móviles en los coches e incluso en nuestros bolsillos, con los ordenadores portátiles, con el correo electrónico, con las compras por Internet, con la televisión inteligente y la televisión restringida, y con los robots personales, tendremos muchas más maneras de permanecer ocupados y de hacer más cosas en el mismo tiempo, con lo que aumentaran proporcionalmente las expectativas. Podemos conducir un coche y cerrar un negocio, podemos hacer ejercicio y procesar información, podemos leer y mirar la televisión en pantallas divididas en las que podamos ver simultáneamente tres o cuatro programas. 
Jamás perderemos el contacto con el mundo, aunque... ¿estaremos alguna vez en contacto con nosotros mismos?


Jon Kabat-Zinn - Profesor emérito de medicina, fundador y director de la Clínica para Reducción del Estrés y del Centro para la Atencion Plena  (Mindfulness) en la Medicina, el Cuidado de Salud, y la Sociedad en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.

Fotografia:  Fernand Hickh



Campo vincular es un equipo de profesionales de diversas corrientes
y disciplinas para la salud, "vinculados" por una misma mirada de empatía,
 compasión y respeto en el vinculo con el paciente.
Consultorios psicológicos en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Presencial  virtual (skye - Escrito-terapia).
Niños, adolescentes, adultos, adultos mayores.
Orientación vocacional. Consolidación profesional.
Acompañantes Terapéuticos.
Cursos, Talleres, Actividades recreativas.
Contactanos a campo.vincular.salud@gmail.com
Teléfono:
3964.4062