miércoles, 1 de febrero de 2017

RE-VALORAR LA AMISTAD.


Para entrar en la amistad, para apreciar realmente sus dimensiones
arquetípicas, debemos amar, respetar, cuestionar, aceptar.


 * Mary E. Hunt


Todos queremos hacer amigos, tener amigos, ser amigos. Nadie quiere perder amigos, decepcionarles o avergonzarles. Pero la pregunta es: con lo poco que hay sobre ello en la literatura y las tradiciones occidentales, ¿cómo podemos fundamentar nuestra comprensión de la amistad y estimular su florecimiento? Es propio de los arquetipos estar íntimamente tejidos en la tela de la psique colectiva e individual, hasta el punto de quedar implícitos, pero el enorme silencio en torno a la amistad parece pasarse de la raya.
La psicología contemporánea llena estanterías enteras con libros sobre mitos y narraciones, cuentos de hadas y parábolas acerca de cualquier imagen concebible, pero dice poco del valor de la amistad. ...  Parecería que algo tan simple como los Amigos debería figurar como un medio habitual de relación. Sin embargo, la amistad aparece en segundo plano, cede el puesto delantero a los arquetipos basados en el matrimonio y la familia, sale perdiendo ante los modelos basados en el género y la actividad, resulta tan común que es omitida   a costa nuestra.
Un análisis de la amistad: 
Me di cuenta de la poca atención que se ha prestado a la amistad en la panoplia relacional mientras revisaba textos de teología. Encontré unos pocos elementos interdependientes: el modelo habitual se basaba en la pirámide de Aristóteles, siendo normativas las experiencias masculinas de la amistad; hay una relación inversa entre el número de amigos y el grado de intimidad (es decir, cuanto más íntima la amistad, menor el número de amigos, y sólo los hombres se consideran capaces de alcanzar la cumbre de la amistad con otros hombres); y el matrimonio, más que la amistad, se ve como el mayor logro en materia de relaciones.  (...) 
¿Quién sino los amigos tolerará nuestras peculiaridades? ¿Quién mejor que los amigos, con quienes nos volvemos cada vez más distintos? Lo que resultó claro es que las amistades de mujeres con mujeres son muy distintas del modelo masculino, y que tales diferencias pueden ser útiles para la amistad entre mujeres y hombres, así como para los hombres que buscan superar su condicionamiento y ser vigorosos y tiernos con otros hombres. Por otra parte, el enfoque feminista de la amistad subraya la calidad y no la cantidad de amistades.
Estimula la diversidad de amistades, en vez de reservar la señal de madurez para el matrimonio heterosexual. Y sobre todo, empieza con una relación amistosa con el yo. El secreto mejor guardado que encontré fue que a la gente le gusta hablar de sus amigos. Todos se sienten expertos en la materia. El tema despierta la participación y el interés común. Es decir, las amistades funcionan de forma arquetípica. 
Es un misterio por qué Freud, Jung y sus seguidores no enfocaron inmediatamente la cuestión de la amistad como algo central en el bienestar psicológico de los humanos sanos. No lo lamento, en la medida en que los defectos de sus tipologías han sido ya expuestos en las muchas críticas de su esencialismo, imperialismo cultural, sexismo y racismo subyacentes. 
Sin embargo, el hecho de que la amistad no figure entre las categorías conocidas resulta sorprendente. Sospecho que es como lo que ocurre cuando busco en mi armario el pimentero. Nunca lo encuentro entre las hierbas y especias exóticas que uso con menos frecuencia. La pimienta de siempre, tan usada que el recipiente está más gastado que los otros, es tan ordinaria que parece invisible.
Re-valorar la amistad
Creo que los motivos del anonimato de la amistad radican precisamente en su fuerza. Veo cuatro motivos que nos convocan a re-valorar la amistad en un mundo que no es amistoso con la mayoría de nosotros y con las personas y cosas que apreciamos: En primer lugar, la amistad no es un concepto dualista sino unitivo. La mayoría de los arquetipos tienen su gemelo, su par, su opuesto. El equilibrio de género (Madre, Padre), la distribución de edad (Puer, Senex) y otras expresiones dualistas están ausentes en la amistad, donde dos o más amigos son virtualmente el mismo el uno para el otro. Por supuesto, hay diferencias individuales de raza/etnia, clase, edad, preferencias sexuales, género, etcétera, pero en la relación un amigo es un amigo.
Para entrar en la amistad, para apreciar realmente sus dimensiones arquetípicas, debemos amar, respetar, cuestionar, aceptar. Imaginemos la amistad con un amigo querido, con un amigo fallecido, con un amigo sospechoso. Hay muchos grados de la misma dinámica. Imaginemos la amistad con un animal, con la tierra, con el ámbito espiritual en el que sentimos la reciprocidad de la amistad, en el que recibimos amistad. Fijémonos también en lo difícil que es decir «amigo» en singular. 
 Existe como recurso gramatical y conceptual, cuando de hecho su realidad siempre es plural. Somos amigos, fuimos amigos, nos gustaría ser amigos. Aun si tengo amistad conmigo misma soy algo más que singular, una intuición en la naturaleza unitiva del animal amistoso.
Segundo, la amistad es una relación que atraviesa edades, géneros, preferencias sexuales, fronteras culturales, sociales y legales. No quiero dar a entender que la amistad sea un curalotodo, ni quiero cargarla con esperanzas irreales. Pero creo que la amistad ha sido privatizada y se ha convertido en el tema de tarjetas de felicitación en vez de una herramienta seria para la diplomacia, debido simplemente a su enorme poder. Pocos arquetipos son tan versátiles: la amistad resalta por igual en los niños y en los ancianos, y se aprecia por igual en hombres y mujeres.  (...)   
La amistad no es un elixir que borre las diferencias sino una poderosa motivación para superar la estructura social enemistógena en que vivimos. El racismo es un paradigma en que diferencias obvias conducen a la discriminación y la muerte. Aunque sería ingenuo afirmar que la amistad entre personas de diferentes grupos raciales y étnicos es la solución a problemas sociales tan arraigados, tampoco sirve de nada desestimar la amistad, tachándola de solución privada a un problema público. Las amistades interraciales, así como las amistades entre clases y entre personas de edades dispares, constituyen una parte prometedora de una solución política para un mundo peligrosamente situado al borde del menos amistoso de todos los actos: la guerra.
Los amigos se influyen recíprocamente. Los amigos nos hacen realizar cosas que de otro modo nunca osaríamos. Nuestros votos, protestas, compras y cultos se deben en gran medida a la influencia de los amigos. Las amistades nos ayudan a seguir en la brecha cuando nuestras ideas políticas y opciones personales no tienen éxito. Los amigos nos obligan a reconsiderar nuestras actitudes globales y a prestar atención a aspectos del mundo que de otro modo ignoraríamos. No quiero sobreestimar la amistad, por miedo a simplificar lo complejo. 
Esto me lleva al tercer motivo: la amistad es una relación inherentemente política. Algunos retroceden ante la idea de que sus intimidades sagradas no sean demasiado privadas para la política. Pero en la medida que la amistad es una noción plural capaz de transformar las estructuras que nos aíslan, contiene semillas del cambio social. No sólo somos amigos en el ambiente privado del hogar, sino bajo la luz de la polis, donde otros nos ven y son influidos por nosotros.
Algunas religiones han señalado la virtud de sacrificar la vida por los propios amigos. La historia está repleta de ejemplos de personas que han convertido amistades en movimientos sociales. (...) No es casual que los «camaradas» y los «compañeros/compañeras» de los movimientos políticos se nombren con una palabra que tanto se aproxima a «amigos». 
El peligro, por supuesto, es que la amistad pueda aparecer como amor instrumentalizado. Los contactos y redes pueden sustituir el altruismo como virtud social. No intento confundir estas experiencias tan distintas. Quiero subrayar el hecho de que todas las amistades parten de un sentido implícito de justicia que puede designarse con la palabra «amor», pero que se enturbia y se envía al olvido si no se expresa concretamente en la múltiple lucha por el cambio social que hoy define la política.
Por eso las amistades no pueden quedar implícitas. 
Por suerte, la amistad encuentra expresión en la liturgia y el amor, en el arte y el atletismo, en la comida y la moda, el cuarto motivo para re-valorarla. El arquetipo llega a los amigos donde menos se lo espera. ¿Quiénes son nuestros correligionarios sino nuestros amigos? ¿Y con quién mejor que ellos hacer el amor, hacer niños, hacer un hogar, un camino, un cambio? En nuestro tiempo, especialmente para quienes tienen recursos a su disposición, todo ello es necesario para la calidad de vida que
reclamamos.
Lo que a menudo falta es la expresión simbólica de la amistad, una situación que se remedia con pactos y compromisos, nombramientos y celebraciones que nos recuerdan la riqueza de la amistad, lo que perdemos sin ella, las posibilidades que se acumulan con sólo prestar atención a este poderoso elemento de nuestras vidas. 
La ecología es una expresión cósmica de amistad con una tierra que no es Madre ni planeta, sino nuestra Amiga. La tierra no es una superficie estática sobre la que nos sostenemos, sino la matriz de materia en la que nos encontramos a nosotros mismos. 
Sólo la amistad, el reconocimiento de la unidad, la percepción de la pluralidad, los esfuerzos políticos y el sentido estético, empezando por nuestra supervivencia colectiva, nos llevarán a un futuro seguro.
Los arquetipos tienen sus límites, pero el Amigo, como categoría de la experiencia personal, como nombre de las relaciones voluntarias que más apreciamos, y como impulso transformador para el cambio social, es uno de los arquetipos más poderosos de que disponemos.   

 de: "El Amigo" capitulo del libro "Espejos del Yo"

*  MARY E. HUNT.  teologa feminista, co-fundadora y co-directora de la Alianza de Mujeres para la Teología, Ética y ritual (AGUA), conferencista y escritora sobre la teologia y la etica, con especial atención a la justicia social..








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